El adolescente, además de los beneficios ya explicados, principalmente va a adquirir a través de la Terapia Breve la autoconciencia, es decir, va a conocer y entender qué le está sucediendo.
Esto es posible gracias a que la terapia se lleva a cabo en un espacio diferente a los demás espacios que componen su vida: familia, instituto y amigos. En este espacio no hay enfados, juicios o consejos que está habituado a escuchar. Es un espacio en el que se escucha a sí mismo, se analiza y saca conclusiones que le llevan a un ajuste más adecuado en su contexto.
El terapeuta está atento a los recursos del adolescente, los coloca frente a él y el paciente acepta y maneja más adecuadamente los conflictos consigo mismo y con el entorno.
Además de los conflictos, el adolescente a través del contexto de escucha y acompañamiento que proporciona el psicólogo de Terapia Breve, consigue controlar la ansiedad, aumentar su autoestima y relacionarse mejor con su entorno.